Galeries Royales Saint-Hubert: un ícono de lujo
En el corazón de Bruselas, las Galeries Royales Saint-Hubert (visitar web oficial) se alzan como uno de los ejemplos más refinados de arquitectura comercial del siglo XIX en Europa.
Concebidas entre 1847 y 1849, estas galerías cubiertas simbolizan el esplendor de una ciudad que supo combinar el arte, la elegancia y la vida urbana bajo una cúpula de cristal que deja filtrar la luz sin permitir el paso de la lluvia.
Su estructura, que alcanza unos doscientos metros de longitud, alberga tres secciones: la Galería de la Reina, la Galería del Rey y la Galería de los Príncipes, cada una con su propio carácter, pero todas unidas bajo la misma atmósfera de distinción.
Desde mediados del siglo XIX, este espacio ha sido un punto de encuentro de turistas, artistas e intelectuales. Aún hoy continúa siendo un escenario vibrante donde la historia se entrelaza con la modernidad. La galería une el Teatro de la Monnaie con la Grand Place, conectando así la Bruselas histórica con una zona más contemporánea. En un paisaje urbano cada vez más cambiante, las Saint-Hubert son una joya bien conservada, una de las pocas galerías comerciales cubiertas que sobreviven en la capital belga.
El acceso es cómodo y variado: los visitantes pueden llegar por diferentes calles principales, o hacerlo mediante la extensa red de metro, tranvía y autobuses de la ciudad. Dentro, el aire se impregna del aroma del chocolate recién hecho, del perfume de las tiendas exclusivas y del eco de las conversaciones que resuenan bajo la bóveda acristalada.
Un paseo entre el lujo y la tradición
En el interior, las Galeries Royales Saint-Hubert reúnen una selección de boutiques y chocolaterías que representan lo más distinguido de Bélgica. Entre sus comercios más emblemáticos se encuentran joyerías, tiendas de moda de alta gama y boutiques artesanales que evocan una elegancia clásica.
Las chocolaterías son, sin duda, uno de los grandes atractivos del lugar. La marca Neuhaus, por ejemplo, conserva en la galería su tienda histórica, donde nació una de las creaciones más célebres del país: el praliné belga. Otras boutiques notables incluyen Delvaux, proveedora de la realeza belga, junto con Camper, JOTT y Kaai, que combinan modernidad y distinción. A su vez, las joyerías despliegan escaparates repletos de oro, diamantes y plata, mientras que las tiendas especializadas conservan el espíritu de los antiguos comercios europeos.
Estas casas no son meros puntos de venta: constituyen templos del lujo artesanal, espacios donde cada objeto refleja siglos de tradición y meticuloso oficio.
El chocolate elevado a arte
El visitante que recorra las galerías pronto descubrirá que el chocolate aquí alcanza una categoría casi artística. Las casas más prestigiosas se encuentran principalmente en la Galería de la Reina y la Galería del Rey.
Neuhaus, situada en la Galerie de la Reine, es la tienda original donde Jean Neuhaus inventó el praliné en 1912. Es un símbolo de la excelencia chocolatera belga. Muy cerca, Mary Chocolatier ofrece una experiencia de refinamiento con sus pralinés artesanales, reconocida como proveedora oficial de la familia real.
En la Galerie du Roi, la firma Pierre Marcolini aporta un aire de modernidad: su enfoque se centra en la innovación, las texturas sofisticadas y la presentación minimalista. También se encuentra Leonidas, que combina accesibilidad con calidad, y Corné Port-Royal, cuya decoración art déco y bombones clásicos evocan el glamour de otra época.
El praliné belga se distingue de sus equivalentes franceses o estadounidenses, ya que es un bombón con una capa externa de chocolate duro y un relleno de textura delicada, elaborado con cremas, frutos o licores. Su diversidad es tal que no existe una única definición del término, aunque todas sus variantes comparten el mismo sello de refinamiento.
Opinión del columnista
El chocolate belga refleja una tradición artesanal que ha conquistado al mundo. Cada bocado celebra la dedicación y el refinamiento culinario, convirtiendo su degustación en una experiencia significativa.
